OCELOTE. El felino fue fotografiado el pasado 9 de mayo.

Conservar: estrategia de unir producción y cuidado ambiental

El titular de la Fundación ProYungas, Alejandro Brown, planteó una imagen potente para pensar la conservación de la biodiversidad en Tucumán: “Tenemos un arca de Noé y no la habíamos visto”. En diálogo LG Play, Brown explicó que dentro de las propias fincas productivas -particularmente las citrícolas del sur tucumano- se conservan grandes superficies de selva, donde habitan especies silvestres que sobreviven gracias a la coexistencia con las actividades humanas. 

PECARÍES DE COLLAR. Imagen captada el 6 de julio de 2024.

Las cámaras trampa instaladas por la fundación captaron imágenes impactantes de ocelotes, corzuelas, pecaríes, zorros e incluso especies más esquivas como el margay y el yaguarundí. “Son espacios silvestres metidos dentro de una matriz productiva. Ahí está la biodiversidad y ahí es donde va a persistir en el tiempo”, sostuvo. 

CORZUELA PARDA. Foto del 9 de mayo pasado.

El concepto que impulsa la fundación se llama “paisaje productivo protegido” y propone una convivencia armónica entre la producción y la conservación.  

ZORROS DE MONTE. Pareja captada el 6 de julio de 2024.

La zona de las laderas del Aconquija, en el sur de la provincia, es una de las áreas donde más se aplica este modelo. Allí conviven parques nacionales, reservas naturales y explotaciones agrícolas. 

Entre las especies que podrían volver a habitar Tucumán se encuentra el tapir, extinto hace décadas por la presión de caza y la fragmentación del hábitat. La Fundación ProYungas trabaja junto a universidades y privados para reintroducirlo.